En un estrecho vínculo con los actuales lineamientos en
materia de salud pública, ligada a la actividad física, profesionales de la
salud, académicos, especialistas y estudiantes de la casa de estudios e
invitados, discutieron los alcances de incorporar esta práctica como un asunto
cultural, sanitario, e incluso político.
La incorporación de la actividad física como elemento del
día a día, es la premisa que reunió a destacadas instituciones y especialistas
en la materia, convocados por la estatal Universidad de Santiago y el
Ministerio de Salud.
Ello, en el marco del congreso “Actividad física y salud
pública: un desafío para Chile”, realizado este jueves 15, y en el que, además,
estuvieron presentes representantes del Programa “Elige vivir sano” y la
Organización Panamericana de la Salud (OPS), para reflexionar en torno a la
situación actual de la población chilena, respecto del sedentarismo, la
obesidad, la alimentación y la práctica -o no- de la actividad física.
Vida fácil y sedentarismo
El mayor acceso a la tecnología, lo que hace que cada vez
las personas deban moverse menos de su escritorio para realizar múltiples
actividades, las largas jornadas de trabajo y lo poco considerada que se
encuentra la actividad física en nuestras prácticas culturales, son algunos de
los factores que inciden en los altos niveles de sedentarismo.
Así lo explicó Roberto Del Águila, representante en Chile de
la OPS, quien enfatizó que “hoy vamos al trabajo en automóvil, preferimos la
escalera mecánica por sobre la estática, hasta la caminata dentro del
supermercado, la hemos cambiamos por la compra online, incluso el movimiento
del brazo para el cepillado de los dientes, lo hemos cambiado por un cepillo
eléctrico.
Si a eso sumamos que en nuestro tiempo libre estamos
‘cansados’ de estar sentados ocho horas diarias, nuestra actividad física se
reduce casi a la mínima expresión”, advierte Del Águila.
Entre los temas específicos que durante toda la jornada
analizaron los especialistas convocados, estuvieron las políticas públicas
orientadas a la actividad física, la gestión territorial de las políticas
públicas nacionales, así como la participación ciudadana en estos desafíos.
Al respecto, el decano de la Facultad de Ciencias Médicas de
la U. de Santiago, José Luis Cárdenas, puso de relieve el aporte de las y los
profesionales que forma la casa universitaria estatal, y cuyo compromiso se ve
reflejado en “la presencia de nuestros estudiantes, internos y profesionales,
en el país, en la salud pública, en centros de atención primaria. Además de la
investigación en materias de salud pública, concretando un alto compromiso con
las personas y su calidad de vida”.
Enseñanza y calidad de vida
La Universidad de Santiago es la única casa de estudios que
integra la carrera de Licenciatura en Ciencias de la Actividad Física (Licaf),
a su Facultad de Ciencias Médicas, lo que refleja la visión que se tiene de que
“la formación de nuestros profesionales, y el impacto de éstos sobre quienes
educan, esté relacionado como un todo que repercute en la calidad de vida”,
resaltó el jefe de dicha carrera, Eugenio Ducoing.
Estudios comprueban que el nivel educativo alcanzado, así
como el de ingresos per cápita, se relacionan directamente con los índices de
obesidad, práctica de actividad física y la alimentación. Esto, asociado a los
costos (altos) que tiene seguir un estilo de alimentación saludable.
Sin embargo, el miembro de la OPS, Roberto Del Águila,
plantea que si bien “es cierto que una
alimentación saludable ideal, resulta más cara, siempre pueden encontrarse
alternativas”.
Finalmente, Del Águila valoró ampliamente el aporte, en
general, que hace la Universidad de Santiago. “Demuestra un compromiso con la
comunidad, y es el rol que debe cumplir una casa de estudios”.
Miguel Ángel González
Fuente: Usach al dia
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